Yanko Super | Detrás de la viñeta

aguacero comics

yanko super historietista

Yanko Arnoldo Super Vergara nació en 1998 en la ciudad de Valdivia. De padres profesores, fue siempre un ávido lector. Desarrolló su gusto por la historieta desde muy temprana edad. En el año 2011 se unió a la asociación “Aguacero cómics” de Valdivia y a su alero desarrolló sus primeros trabajos gráficos, como su obra de autor: “Lupo”. Comenzó a realizar charlas y talleres sobre cómic en diversos colegios de la región. En 2016 decidió estudiar arquitectura en la Universidad Austral de Chile, sin embargo, un año más tarde, abandonó sus estudios para seguir su verdadera pasión: El cómic. Tras 2 años produciendo obras autorales, en 2019 se inscribió en la Escuela superior de dibujo profesional (ESDIP) en Madrid, España, donde se tituló recientemente. Hoy trabaja en distintos cómics de autor (“Lupo 5” y “La maldición de Petricor”) además de trabajar por encargo para el mercado independiente de Estados Unidos y Australia.

Normalmente cuando comienzo una obra de autor, la primera fase del guion es totalmente gráfica, es decir: hago pequeños cómics, dibujados de manera tosca de todo lo que se me viene a la cabeza. Esto es porque mi instinto primero es pensar gráficamente.

Una vez contento con el flujo narrativo, la composición y la secuencialidad, me pongo a dibujar todo de manera más detallada. Aquí es donde usar referencias tiende a ser muy útil a la hora de hacer terminaciones y figura humana en movimiento. Este dibujo es una hoja de tamaño A4, a la que previamente hice un marco celeste que me ayuda a ordenarme.

En la fase de tintas, tomo esa hoja A4 y la escaneo. En el programa “Photoshop” convierto todo el gris en celeste y lo imprimo, pero esta vez en una hoja tamaño A3 (Esto me ayuda a trabajar los detalles de mejor manera) y en un papel Bristol Fabriano (que soporta mejor la tinta que otros papeles). Cabe mencionar que mi método de trabajo es análogo, utilizando tinta china, pincel y tiralíneas.

Una vez terminada la fase de tintas, escaneo la hoja tamaña A3 en un escáner del tamaño correspondiente para hacer el color de manera digital, al igual que los rótulos. Es aquí donde comienzo a trabajar de manera literaria, repasando varias veces qué palabras irán dentro de la página.

Cabe resaltar que al hacer estos “mini cómics” antes de dibujar, tiendo a pensar en varias páginas a la vez y no sólo en una. Esto me ayuda a entender el flujo narrativo entre las páginas. Suelo darle varias vueltas a este asunto.

El grafito en esta página es puramente planimétrico, sin sombras ni achurados. De esta forma puedo pensar más en la línea y la composición.

Específicamente para este proyecto la fase de la tinta es en donde pienso en las luces, sombras y volumetría. Esto se ve potenciado además por el uso del color. (elementos que decidí no resolver en la etapa de grafitos). Nuevamente, es recién aquí en donde comienzo a pensar en un guion más literario, dando varias vueltas a la hora de escribir los diálogos. Normalmente lo que termina en la página final es algo reescrito a lo menos 3 o 4 veces (Nunca quedo satisfecho).

Este guion no me pertenece. Fue escrito por Jorge Galdámez. A mí sólo se me encargó hacer la parte gráfica (grafitos, tinta y color). Se puede apreciar aquí el contraste de lo que vendría a ser un guion sumamente estructurado con descripción de ambientes, acciones y diálogos. Subrayé con rojo todo aquello que consideré importante para las viñetas, y con amarillo todo aquello que es descripción.

Como es habitual hago un “mini cómic” para ordenarme gráficamente. Esta vez, basado en el guion de Jorge.

En esta imagen quería mostrar el proceso previo que hago antes de pasar completamente al grafito. El cual consiste en ordenar de manera general las formas básicas dentro de la viñeta. Para figura humana uso figurillas simplificadas y para la arquitectura tiendo a guiarme con un sistema de grilla que dibujo de un color celeste claro (el cual es fácil de borrar en las siguientes fases). Para la composición uso la siempre confiable “estructura de tercios”.

El grafito deja en evidencia el uso de ciertas líneas azules de guía. Nótese que en la segunda viñeta hay claros problemas de escala. Estos serán corregidos en la fase siguiente.

Las tintas aportan valor lineal y peso visual a la página, gracias al uso del bloque de negro y del achurado con intención volumétrica.

Finalmente, el color ayuda a suplir ciertos elementos de los que la tinta adolece. En este caso: claridad. El color narrativo es un elemento más dentro de la historia misma y no debe ser infravalorado. En este caso el contraste entre verdes y rojizos ayuda a guiar el ojo del lector dentro de la historia. Además, los globos de texto, también de color, dotan de personalidad a cada habitante de la viñeta.

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yanko super historietista

Yanko Arnoldo Super Vergara nació en 1998 en la ciudad de Valdivia. De padres profesores, fue siempre un ávido lector. Desarrolló su gusto por la historieta desde muy temprana edad. En el año 2011 se unió a la asociación “Aguacero cómics” de Valdivia y a su alero desarrolló sus primeros trabajos gráficos, como su obra de autor: “Lupo”. Comenzó a realizar charlas y talleres sobre cómic en diversos colegios de la región. En 2016 decidió estudiar arquitectura en la Universidad Austral de Chile, sin embargo, un año más tarde, abandonó sus estudios para seguir su verdadera pasión: El cómic. Tras 2 años produciendo obras autorales, en 2019 se inscribió en la Escuela superior de dibujo profesional (ESDIP) en Madrid, España, donde se tituló recientemente. Hoy trabaja en distintos cómics de autor (“Lupo 5” y “La maldición de Petricor”) además de trabajar por encargo para el mercado independiente de Estados Unidos y Australia.

Normalmente cuando comienzo una obra de autor, la primera fase del guion es totalmente gráfica, es decir: hago pequeños cómics, dibujados de manera tosca de todo lo que se me viene a la cabeza. Esto es porque mi instinto primero es pensar gráficamente.

Una vez contento con el flujo narrativo, la composición y la secuencialidad, me pongo a dibujar todo de manera más detallada. Aquí es donde usar referencias tiende a ser muy útil a la hora de hacer terminaciones y figura humana en movimiento. Este dibujo es una hoja de tamaño A4, a la que previamente hice un marco celeste que me ayuda a ordenarme.

En la fase de tintas, tomo esa hoja A4 y la escaneo. En el programa “Photoshop” convierto todo el gris en celeste y lo imprimo, pero esta vez en una hoja tamaño A3 (Esto me ayuda a trabajar los detalles de mejor manera) y en un papel Bristol Fabriano (que soporta mejor la tinta que otros papeles). Cabe mencionar que mi método de trabajo es análogo, utilizando tinta china, pincel y tiralíneas.

Una vez terminada la fase de tintas, escaneo la hoja tamaña A3 en un escáner del tamaño correspondiente para hacer el color de manera digital, al igual que los rótulos. Es aquí donde comienzo a trabajar de manera literaria, repasando varias veces qué palabras irán dentro de la página.

Cabe resaltar que al hacer estos “mini cómics” antes de dibujar, tiendo a pensar en varias páginas a la vez y no sólo en una. Esto me ayuda a entender el flujo narrativo entre las páginas. Suelo darle varias vueltas a este asunto.

El grafito en esta página es puramente planimétrico, sin sombras ni achurados. De esta forma puedo pensar más en la línea y la composición.

Específicamente para este proyecto la fase de la tinta es en donde pienso en las luces, sombras y volumetría. Esto se ve potenciado además por el uso del color. (elementos que decidí no resolver en la etapa de grafitos). Nuevamente, es recién aquí en donde comienzo a pensar en un guion más literario, dando varias vueltas a la hora de escribir los diálogos. Normalmente lo que termina en la página final es algo reescrito a lo menos 3 o 4 veces (Nunca quedo satisfecho).

Este guion no me pertenece. Fue escrito por Jorge Galdámez. A mí sólo se me encargó hacer la parte gráfica (grafitos, tinta y color). Se puede apreciar aquí el contraste de lo que vendría a ser un guion sumamente estructurado con descripción de ambientes, acciones y diálogos. Subrayé con rojo todo aquello que consideré importante para las viñetas, y con amarillo todo aquello que es descripción.

Como es habitual hago un “mini cómic” para ordenarme gráficamente. Esta vez, basado en el guion de Jorge.

En esta imagen quería mostrar el proceso previo que hago antes de pasar completamente al grafito. El cual consiste en ordenar de manera general las formas básicas dentro de la viñeta. Para figura humana uso figurillas simplificadas y para la arquitectura tiendo a guiarme con un sistema de grilla que dibujo de un color celeste claro (el cual es fácil de borrar en las siguientes fases). Para la composición uso la siempre confiable “estructura de tercios”.

El grafito deja en evidencia el uso de ciertas líneas azules de guía. Nótese que en la segunda viñeta hay claros problemas de escala. Estos serán corregidos en la fase siguiente.

Las tintas aportan valor lineal y peso visual a la página, gracias al uso del bloque de negro y del achurado con intención volumétrica.

Finalmente, el color ayuda a suplir ciertos elementos de los que la tinta adolece. En este caso: claridad. El color narrativo es un elemento más dentro de la historia misma y no debe ser infravalorado. En este caso el contraste entre verdes y rojizos ayuda a guiar el ojo del lector dentro de la historia. Además, los globos de texto, también de color, dotan de personalidad a cada habitante de la viñeta.

Detrás de la viñeta, Muestra virtual MAC Valdivia, 2020

yanko super historietista

Yanko Arnoldo Super Vergara nació en 1998 en la ciudad de Valdivia. De padres profesores, fue siempre un ávido lector. Desarrolló su gusto por la historieta desde muy temprana edad. En el año 2011 se unió a la asociación “Aguacero cómics” de Valdivia y a su alero desarrolló sus primeros trabajos gráficos, como su obra de autor: “Lupo”. Comenzó a realizar charlas y talleres sobre cómic en diversos colegios de la región. En 2016 decidió estudiar arquitectura en la Universidad Austral de Chile, sin embargo, un año más tarde, abandonó sus estudios para seguir su verdadera pasión: El cómic. Tras 2 años produciendo obras autorales, en 2019 se inscribió en la Escuela superior de dibujo profesional (ESDIP) en Madrid, España, donde se tituló recientemente. Hoy trabaja en distintos cómics de autor (“Lupo 5” y “La maldición de Petricor”) además de trabajar por encargo para el mercado independiente de Estados Unidos y Australia.

Normalmente cuando comienzo una obra de autor, la primera fase del guion es totalmente gráfica, es decir: hago pequeños cómics, dibujados de manera tosca de todo lo que se me viene a la cabeza. Esto es porque mi instinto primero es pensar gráficamente.

Una vez contento con el flujo narrativo, la composición y la secuencialidad, me pongo a dibujar todo de manera más detallada. Aquí es donde usar referencias tiende a ser muy útil a la hora de hacer terminaciones y figura humana en movimiento. Este dibujo es una hoja de tamaño A4, a la que previamente hice un marco celeste que me ayuda a ordenarme.

En la fase de tintas, tomo esa hoja A4 y la escaneo. En el programa “Photoshop” convierto todo el gris en celeste y lo imprimo, pero esta vez en una hoja tamaño A3 (Esto me ayuda a trabajar los detalles de mejor manera) y en un papel Bristol Fabriano (que soporta mejor la tinta que otros papeles). Cabe mencionar que mi método de trabajo es análogo, utilizando tinta china, pincel y tiralíneas.

Una vez terminada la fase de tintas, escaneo la hoja tamaña A3 en un escáner del tamaño correspondiente para hacer el color de manera digital, al igual que los rótulos. Es aquí donde comienzo a trabajar de manera literaria, repasando varias veces qué palabras irán dentro de la página.

Cabe resaltar que al hacer estos “mini cómics” antes de dibujar, tiendo a pensar en varias páginas a la vez y no sólo en una. Esto me ayuda a entender el flujo narrativo entre las páginas. Suelo darle varias vueltas a este asunto.

El grafito en esta página es puramente planimétrico, sin sombras ni achurados. De esta forma puedo pensar más en la línea y la composición.

Específicamente para este proyecto la fase de la tinta es en donde pienso en las luces, sombras y volumetría. Esto se ve potenciado además por el uso del color. (elementos que decidí no resolver en la etapa de grafitos). Nuevamente, es recién aquí en donde comienzo a pensar en un guion más literario, dando varias vueltas a la hora de escribir los diálogos. Normalmente lo que termina en la página final es algo reescrito a lo menos 3 o 4 veces (Nunca quedo satisfecho).

Este guion no me pertenece. Fue escrito por Jorge Galdámez. A mí sólo se me encargó hacer la parte gráfica (grafitos, tinta y color). Se puede apreciar aquí el contraste de lo que vendría a ser un guion sumamente estructurado con descripción de ambientes, acciones y diálogos. Subrayé con rojo todo aquello que consideré importante para las viñetas, y con amarillo todo aquello que es descripción.

Como es habitual hago un “mini cómic” para ordenarme gráficamente. Esta vez, basado en el guion de Jorge.

En esta imagen quería mostrar el proceso previo que hago antes de pasar completamente al grafito. El cual consiste en ordenar de manera general las formas básicas dentro de la viñeta. Para figura humana uso figurillas simplificadas y para la arquitectura tiendo a guiarme con un sistema de grilla que dibujo de un color celeste claro (el cual es fácil de borrar en las siguientes fases). Para la composición uso la siempre confiable “estructura de tercios”.

El grafito deja en evidencia el uso de ciertas líneas azules de guía. Nótese que en la segunda viñeta hay claros problemas de escala. Estos serán corregidos en la fase siguiente.

Las tintas aportan valor lineal y peso visual a la página, gracias al uso del bloque de negro y del achurado con intención volumétrica.

Finalmente, el color ayuda a suplir ciertos elementos de los que la tinta adolece. En este caso: claridad. El color narrativo es un elemento más dentro de la historia misma y no debe ser infravalorado. En este caso el contraste entre verdes y rojizos ayuda a guiar el ojo del lector dentro de la historia. Además, los globos de texto, también de color, dotan de personalidad a cada habitante de la viñeta.

Detrás de la viñeta, Muestra virtual MAC Valdivia, 2020

yanko super historietista

Yanko Arnoldo Super Vergara nació en 1998 en la ciudad de Valdivia. De padres profesores, fue siempre un ávido lector. Desarrolló su gusto por la historieta desde muy temprana edad. En el año 2011 se unió a la asociación “Aguacero cómics” de Valdivia y a su alero desarrolló sus primeros trabajos gráficos, como su obra de autor: “Lupo”. Comenzó a realizar charlas y talleres sobre cómic en diversos colegios de la región. En 2016 decidió estudiar arquitectura en la Universidad Austral de Chile, sin embargo, un año más tarde, abandonó sus estudios para seguir su verdadera pasión: El cómic. Tras 2 años produciendo obras autorales, en 2019 se inscribió en la Escuela superior de dibujo profesional (ESDIP) en Madrid, España, donde se tituló recientemente. Hoy trabaja en distintos cómics de autor (“Lupo 5” y “La maldición de Petricor”) además de trabajar por encargo para el mercado independiente de Estados Unidos y Australia.

Normalmente cuando comienzo una obra de autor, la primera fase del guion es totalmente gráfica, es decir: hago pequeños cómics, dibujados de manera tosca de todo lo que se me viene a la cabeza. Esto es porque mi instinto primero es pensar gráficamente.

Una vez contento con el flujo narrativo, la composición y la secuencialidad, me pongo a dibujar todo de manera más detallada. Aquí es donde usar referencias tiende a ser muy útil a la hora de hacer terminaciones y figura humana en movimiento. Este dibujo es una hoja de tamaño A4, a la que previamente hice un marco celeste que me ayuda a ordenarme.

En la fase de tintas, tomo esa hoja A4 y la escaneo. En el programa “Photoshop” convierto todo el gris en celeste y lo imprimo, pero esta vez en una hoja tamaño A3 (Esto me ayuda a trabajar los detalles de mejor manera) y en un papel Bristol Fabriano (que soporta mejor la tinta que otros papeles). Cabe mencionar que mi método de trabajo es análogo, utilizando tinta china, pincel y tiralíneas.

Una vez terminada la fase de tintas, escaneo la hoja tamaña A3 en un escáner del tamaño correspondiente para hacer el color de manera digital, al igual que los rótulos. Es aquí donde comienzo a trabajar de manera literaria, repasando varias veces qué palabras irán dentro de la página.

Cabe resaltar que al hacer estos “mini cómics” antes de dibujar, tiendo a pensar en varias páginas a la vez y no sólo en una. Esto me ayuda a entender el flujo narrativo entre las páginas. Suelo darle varias vueltas a este asunto.

El grafito en esta página es puramente planimétrico, sin sombras ni achurados. De esta forma puedo pensar más en la línea y la composición.

Específicamente para este proyecto la fase de la tinta es en donde pienso en las luces, sombras y volumetría. Esto se ve potenciado además por el uso del color. (elementos que decidí no resolver en la etapa de grafitos). Nuevamente, es recién aquí en donde comienzo a pensar en un guion más literario, dando varias vueltas a la hora de escribir los diálogos. Normalmente lo que termina en la página final es algo reescrito a lo menos 3 o 4 veces (Nunca quedo satisfecho).

Este guion no me pertenece. Fue escrito por Jorge Galdámez. A mí sólo se me encargó hacer la parte gráfica (grafitos, tinta y color). Se puede apreciar aquí el contraste de lo que vendría a ser un guion sumamente estructurado con descripción de ambientes, acciones y diálogos. Subrayé con rojo todo aquello que consideré importante para las viñetas, y con amarillo todo aquello que es descripción.

Como es habitual hago un “mini cómic” para ordenarme gráficamente. Esta vez, basado en el guion de Jorge.

En esta imagen quería mostrar el proceso previo que hago antes de pasar completamente al grafito. El cual consiste en ordenar de manera general las formas básicas dentro de la viñeta. Para figura humana uso figurillas simplificadas y para la arquitectura tiendo a guiarme con un sistema de grilla que dibujo de un color celeste claro (el cual es fácil de borrar en las siguientes fases). Para la composición uso la siempre confiable “estructura de tercios”.

El grafito deja en evidencia el uso de ciertas líneas azules de guía. Nótese que en la segunda viñeta hay claros problemas de escala. Estos serán corregidos en la fase siguiente.

Las tintas aportan valor lineal y peso visual a la página, gracias al uso del bloque de negro y del achurado con intención volumétrica.

Finalmente, el color ayuda a suplir ciertos elementos de los que la tinta adolece. En este caso: claridad. El color narrativo es un elemento más dentro de la historia misma y no debe ser infravalorado. En este caso el contraste entre verdes y rojizos ayuda a guiar el ojo del lector dentro de la historia. Además, los globos de texto, también de color, dotan de personalidad a cada habitante de la viñeta.

Detrás de la viñeta, Muestra virtual MAC Valdivia, 2020